Dicen que las mejores historias empiezan donde menos te lo esperas.
La nuestra, como no podía ser de otra forma, empezó en un bar —porque quienes nos conocen saben que lo de quedarnos en casa... no va mucho con nosotros.

Podríamos decir que fue amor a primera vista, pero sería mentir descaradamente. Fue más bien una tragicomedia con tintes de sitcom, protagonizada por dos desconocidos con más nervios que glamour.

"La primera cita fue…

Seguir leyendo inolvidable (y no solo por lo bonita). De los nervios, ella casi se sube al coche de otro por los nervios, él sin saber que pasaba pensó "y esta loca", pero tras unas cuantas horas de charla, risas y confesiones, quedó claro que detrás de las apariencias había algo real.

Se conocieron en Málaga, ciudad natal de ninguno de los dos:
Ella acababa de mudarse desde Ciudad Real y él, de Solera, ya llevaba un par de años viviendo allí.
Dos personas muy diferentes, con más cosas en común de las que imaginaban, que sin buscarlo empezaron a encajar… como si el puzle ya estuviera escrito y solo hiciera falta encontrar la mesa donde montarlo."

Desde aquel día de 2019 han pasado seis años.
Y entre tanto, nos ha dado tiempo a viajar, reír, discutir, llorar, cambiar de casa, de país, y hasta sobrevivir a una pandemia mundial (que sinceramente, creemos que deberían convalidar como dos años extra de relación).

Hoy, después de todo lo vivido, solo podemos dar las gracias: Por aquel bar, por todos los pasos que nos han traído hasta aquí y por teneros a vosotros, que formáis parte de esta historia.